La parroquia Salto de Agua se encuentra en la parte alta del estado de Chiapas una región bella con montañas y ríos muy importantes como el Grijalva y el Usumacinta. Tiene un clima cálido-húmedo.
La lengua de estos pueblos es el chol y muy pocos hablan español por lo que todas las actividades que realizamos tuvimos que hacerlas a través de traductores. Tienen costumbres muy interesantes, sobre todo, en las celebraciones litúrgicas. Es maravilloso vivir con ellos estas celebraciones, son más prolongadas que las nuestras, todos participan vivamente y lo más interesante, los hombres celebran y forman parte activa de todas las actividades litúrgicas y de servicio en las Iglesias.
Para ellos, no pasa el tiempo, el tiempo es de Dios y es para Dios. Les gusta adornar sus capillas con muchas flores y velas, y utilizan frecuentemente el incienso; en todas las comunidades, hay un coro que anima las celebraciones con cantos muy originales e inculturizados.
Nuestros hermanos son sumamente pacientes, acogedores y religiosos.
Estas comunidades, están bien organizadas. La autoridad recae principalmente en los tatuch (sabios de la comunidad);y los catequistas, que tienen un papel muy importante en la vida de los fieles cristianos y la realización de todos los actos religiosos.
Afortunadamente todas las comunidades tienen una capilla donde pudimos hacer las celebraciones litúrgicas y dar los temas. Hubo lugares donde incluso, tuvimos que utilizarlas para dormir.
Fue interesante vivir esta experiencia donde tuvimos que hacer uso de toda nuestra creatividad para poder comunicarnos. Nuestro deseo era compartir nuestra fe, la fe en Jesucristo nuestro Rey y Señor, con la luz del Espíritu de Dios, así hicimos, y a cambio, ellos nos enriquecieron con su amor fraternal, su lengua y su cultura, amablemente nos enseñaban a balbucear algunas palabras y nos contaban las historias de sus pueblos. Experimentamos hoy las sabias palabras del Papa Juan Pablo II: “La fe se fortalece dándola:” RM
¡Para Gloria de Dios y salvación de las almas!