Mamá

   Tu mirada, mamá, es miel para mi corazón en los momentos de prueba, medicina para mi alma, refugio donde me siento segura, la alegría en mi vida, mi impulso para seguir adelante, la certeza de que no estoy sola y la experiencia de sentirme profundamente amada.

   Eres todo para mí, porque me has dado ejemplo de lucha, paciencia, amor y confianza ante toda circunstancia.

   Gracias por ser la mujer que me dio la vida, que quiso tener entre sus brazos el regalo precioso de Dios en cada hijo. Dios te bendiga mucho mamá.

   Gracias por tu valentóia y amor por la vida, por ser el instrumento que Dios ha tomado para que yo goce de la hermosura de todo lo creado.

Y gracias, sobre todo, por ser mi madre. ¡Te amo mamá!

    Gracias mamá de todo corazón, por tu capacidad de amar sin medida, de perdonar sin condiciones, de compartir con generosidad.

¡Gracias mamá! Te mereces todo lo mejor. Dios que se refleja en tu mirada, que ama con tu corazón, te recompense con más y más amor.

¡FELIZ DÍA DE LAS MADRE!